Burger King abusa de sus hamburguesas para crear conciencia sobre el acoso escolar
Para dar a conocer la angustiosa realidad de la intimidación en las escuelas, Burger King tuvo una idea sorprendente: maltratar sus hamburguesas para ver la reacción de los clientes. La intimidación es una terrible realidad que merece toda la atención. La asociación NoBully, que lucha contra este flagelo, también revela una figura edificante, el 30% de los escolares admiten haber sido víctimas al menos una vez en la vida.
En Estados Unidos, Burger King colaboró con la asociación para cambiar las actitudes al establecer una experiencia social sorprendente en una de sus tiendas. En asociación con la agencia David Miami, los jóvenes actores fingieron maltratar a su compañero mientras durante este tiempo, los camareros entregaban a los clientes hamburguesas totalmente aplastadas, también víctimas de malos tratos.
En Estados Unidos, Burger King colaboró con la asociación para cambiar las actitudes al establecer una experiencia social sorprendente en una de sus tiendas. En asociación con la agencia David Miami, los jóvenes actores fingieron maltratar a su compañero mientras durante este tiempo, los camareros entregaban a los clientes hamburguesas totalmente aplastadas, también víctimas de malos tratos.
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Y si crees que es ridículo crear conciencia para una causa tan fuerte con una simple hamburguesa de $2, mira el resultado. 95% de los clientes del restaurante fue a quejarse de la hamburguesa aplastada... mientras que sólo el 12% han intervenido para defender el adolescente abusado. Una poderosa demostración del peso del egoísmo en la sociedad frente a actos que todos condenan...
Un discurso relevante, inteligente (aunque poco inspirador) que contrasta totalmente con lo que Burger King puede ofrecernos en términos de operaciones de comunicación. Si la marca nos ha divertido hasta el momento y nos ha sorprendido con iniciativas totalmente locas, muestra aquí que también puede ser legítima a la hora de defender una causa que debería preocuparnos mucho más... y no hablamos obviamente del abuso a las hamburguesas.
